Al Pinorra que amaba los pinos y con quien hablaba de la vida y los
tomates.
¿Ande vamos caminante?
Vuelvo a pasar por la
desviación a otro Tornadizos, esta vez de Arévalo. En la Olmedilla intento
tomar un café que no es posible. Entrando en Palacios de Goda me aborda un cojo
que me sale al encuentro.
—¿Ande vamos caminante?
—A Medina
Cuando me lo preguntan, a unos
les digo que de Toledo y a otros que de Valencia. Depende de lo épico que tenga
el día.
—De Valencia vengo. —Pero a
este le tiene al fresco la hazaña—.
—Pero hoy ¿de ande ha salido?
—De Arévalo
—¿Y ayer?
—De Gotarrendura
—En La Olmedilla tengo yo unos
corrales y esos de ahí son míos, que se los tengo arrendados a uno de Ataquines
que le han subido el precio y ha buscado unos más baratos. Más lejos están,
pero como tiene agua pa los corderos…
Se da la vuelta para
acompañarme en la entrada al pueblo. Como si me hiciera un favor.
—Pero no me lleve muy vivo.
Con esfuerzo me pongo a su paso
angustioso y al llegar a los corrales se da la vuelta y ve a Phillippe en el
horizonte.
—Allí viene otro. A ver que se
cuenta. Gracias por el rato —se despide de mí—
Supongo que lo hace todos los
días con todos los viajeros. Espero que se entienda bien con el francés. Yo
como tengo la conciencia de haber ralentizado mucho el viaje acelero y paso por
Palacios de Goda sin fijarme mucho.
Unas ruinas y una seca despedida
Paso por las ruinas de adobe de
Honquilana. Los pueblos antiguos apenas dejan rastro. solo barro y madera vieja. Algunos
restos de teja.
En Ataquines, junto a la A-6,
paro en el Hotel los Arcos y llega Phillipe para quedarse. En su guía todas las
etapas de más de treinta quilómetros están partidas. Para mí lo extraordinario
es pasar de cuarenta, pero tengo que volver a pensar si es correcta mi
estrategia. Me despido de Phillippe porque después de Medina yo no seguiré el
camino que marcan las guías y cuando le abrazo se pone rígido como un palo. Él
sabrá.
Rastros del fascismo

Yo sigo el camino, junto a la
autopista y se me hace ingrato y largo. En San Vicente del Palacio una placa en
la iglesia, bendito sea dios, recuerda a José Antonio Primo de Rivera, Onésimo
Redondo, al alférez Toribio y al sargento Isacio Sanz San ¿? debajo de un
símbolo fascista y una cruz. A las puertas de Medina hay una casa fea (podría
ser una casa de putas si la pintaran de naranja y azulón) de bandera de España y
vivas a Franco. Es agotador este país. Pasan unos alemanes en bici y se paran a
fotografiar el desatino.

Ahora la comarca es Tierras de Medina. También aquí la Loca del Sacramento fundó otro hospital y Juana la Loca estuvo recluida en el Castillo de la Mota. Ni ganas de pasear tengo, todo parece contaminado por esa militancia cainita. Unas fotos a San Antolín por ser quien es y un paseo buscando un sitio donde comer. Al final compro comida en un supermercado y me la como en un banco.
9ª jornada. 12 de
junio de 2019, miércoles. 28 quilómetros.
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